Historia

ReFACUA

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HISTORIA

La acuicultura argentina se remonta a principios del siglo XX, con la iniciativa oficial de introducir salmónidos desde el Hemisferio Norte en un gran número de cuerpos de agua, sobre todo patagónicos, con el objetivo de desarrollar pesquerías deportivas y comerciales. Así se construyeron criaderos en distintas provincias de nuestro país que sostuvieron durante años los programas de siembra de peces, hasta consolidar poblaciones autosustentables en los ambientes acuáticos de destino. En estas instalaciones tuvieron lugar, mucho tiempo después, las primeras experiencias de cría intensiva de peces. A partir de la década de 1970 se crean las primeras granjas de cultivo, particularmente de trucha arco iris, por parte de inversores particulares y siempre en aguas continentales. Durante la década de 1980 se dan los primeros pasos en la investigación de las posibilidades de cría de especies nativas con la participación de agencias estatales y universidades que buscan alentar y consolidar este desarrollo.

Desde principios del siglo XXI asistimos a un aumento y diversificación de la producción, que, además de truchas, incluye ahora otras especies de peces, moluscos y crustáceos en las diversas regiones de nuestro país. Este nuevo impulso al desarrollo requiere del ordenamiento de la actividad, la creación de conocimientos de base y aplicados, la adecuación de técnicas en los distintos aspectos del cultivo, la adecuación o creación de normativa, la formación de recursos humanos calificados para el fomento y consolidación de la actividad, la asistencia a los productores y el fomento del consumo de los productos acuícolas, como tareas principales.

Existen en Argentina diversos ámbitos de Investigación Científica y Tecnológica (Universidades, institutos de CONICET, INTA, INTI, Dirección de Acuicultura, entre otros) que vienen trabajando en la producción de conocimientos aplicables a este sector productivo. Además, existen distintas iniciativas para la formación de recursos humanos en Acuicultura, tanto a nivel formal en el sistema universitario nacional como orientado hacia productores acuícolas o emprendedores interesados en la actividad. Distintas provincias incluyen temas relacionados con la actividad en los diseños curriculares de su Nivel Medio. Además, está en pleno desarrollo un Programa de Capacitación en Acuicultura para extensionistas que lleva a cabo la Dirección de Acuicultura (MinAgri), a través del Centro Nacional de Desarrollo Acuícola (CENADAC) en la provincia de Corrientes, brindando capacitación y actualización a productores piscícolas.

El CONICET, en su programa de desarrollo de redes interinstitucionales orientado a apoyar la consolidación de conocimientos y vinculación con sectores productivos, toma la iniciativa de convocar a un importante número de actores activos, que se reúnen en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, UNR – CONICET) de la ciudad de Rosario, Santa Fe, durante el mes de abril de 2013. En ese encuentro se propone la creación de la Red nacional de Fortalecimiento de la Acuicultura (ReFACUA), cuyo objetivo principal es el de contribuir al desarrollo de la acuicultura de aguas continentales en el territorio nacional, mediante la interconexión entre centros de Investigación, Desarrollo e Innovación productiva (I+D+i), estamentos técnicos de la gestión pública y productores, y el establecimiento de los mecanismos y estrategias para su funcionamiento coordinado y sinérgico, de manera de generar esquemas de relaciones entre los actores que permitan su desempeño como agentes con capacidad para participar en la fijación y readecuación de objetivos y planes de acción.

En el actual formato, la REFACUA se ha relanzado en el formato RIOSP y ha ampliado su mirada al referir el término acuicultura a su sentido más amplio, tal como lo maneja la FAO, que agrupa la pesca y la acuicultura, marítimas y continentales, en la visión de que “el pescado, ya sea de origen marino o de agua dulce, desempeña un papel clave en la lucha contra el hambre, ya que reduce la pobreza mediante la generación de ingresos y combate la malnutrición mediante el aporte de valiosa proteína animal y micronutrientes esenciales a las poblaciones vulnerables” (http://www.fao.org/fishery-aquaculture/es/). Así, este simple ajuste de encuadre nos lleva a una perspectiva amplia, frente a los dos principales problemas que guiarán esta RIOSP; pobreza y malnutrición.